Que pasaría si la fantasía y DC tuvieran razón y allá afuera hay un multiverso poblado por tierras infinitas donde cada uno de nosotros vivimos vidas diferentes basadas en las decisiones que no tomamos? en los caminos que ignoramos? en las novia/os que dejamos de lado?
Peor aún, que pasaría cuando estos universos alternativos se viesen obligados a converger en uno solo? Cuando cada una de las versiones que desconocemos de nosotros mismos lucharan por la supervivencia de su mundo en una batalla multiversal en la que solo uno exista?
Si nos encontráramos frente a una versión mas feliz, mas exitosa de nosotros mismos, nos rendiríamos para que prevalezca/mos, o lo eliminaríamos porque su felicidad no es la nuestra?
Sacrificaríamos nuestra humanidad y nuestra alma para destruir un mundo desconocido en pos de salvar a aquellos que amamos en esta realidad, nuestra realidad, o sería una carga demasiado grande para nuestra alma inmortal?
Y a la vez, como es posible que el multiverso no colapse, si una decisión de lo mas básica puede cambiar el rumbo de todos los acontecimientos? O nuestro mundo hubiera sido el mismo si papá Hitler se quedaba dormido y no le hacía el favor a la patrona?
Ahora pensemos en nuestros hijos, en algún mundo del vasto multiverso, esa noche de concepción nos pintaba el actor porno y eyaculamos afuera, como resultado nuestros hijos nunca hubieran nacido y por ende, las tierras infinitas que se desprenden de su origen tampoco, lo cual llevaría a la convergencia y el fin del tan mentado multiverso, demostrando así que el fin es inevitable, porque posibilidades infinitas y tierras infinitas no van de la mano.
Esto generaría un caos cíclico cuyo inevitable resultado seria una guerra entre los "yo" de mundos paralelos por la supervivencia del mas apto.
Y si no somos nosotros los mas aptos? y si los reguladores, vigilantes, monitores o como sea que se llame la AFIP del multiverso nos sueltan la mano y que sea lo que sea?
Entonces estamos condenados, porque nadie toma a lo largo de su vida todas decisiones correctas, constantemente hacemos elecciones, acertadas y erróneas. Que hayamos aprendido a vivir con ellas es harina de otro costal.
Así las cosas, esta tierra, este universo, están condenados.