24/8/15

3,50$ Precio en Argentina. Diciembre 1995.

El olor a tinta y a papel era fuerte, embriagador. Al tacto, era áspero, con un gramaje apenas superior al del papel diario utilizado para la impresión de periódicos. 
Jamás me voy a olvidar de ese olor, un poco ácido, se sentía hasta la garganta, en una época en que mi garganta no estaba acostumbrada a los sabores violentos, ácidos o amargos.
Tampoco me voy a olvidar donde leí dicha revista, una revista que hoy, a diferencia de otras que aún conservo de aquella época, ya no tengo entre mis posesiones.
Mi abuela, uno de los personajes mas curiosos que conocí en mi vida, tenía cuenta corriente en el puesto de diarios que estaba a la vuelta de casa, y un nieto que a los ocho años, consumía casi cualquier cosa que tuviera formato de historieta. 
Lo de la cuenta corriente era algo muy raro, pero mi abuela pagaba todo de forma mensual y sin preguntar mucho cuanto era, ya que era poseedora de una buena pensión y también era poseedora de una increíble capacidad para despilfarrar, y si a eso le sumamos mi capacidad para pedirle todos los días una revista nueva, junto con mi posición de primogénito varón, que era algo que, por algún motivo misterioso, ejercía un encanto irresistible para mi abuela.
Todos los días cerca de las 12, ella se iba conmigo al Kiosco de Don Coco para que yo eligiera una revista, o dos, dependiendo si era día de entrega o no. En ésta práctica aprendí que las distribuidoras entregan los Martes, Jueves y Sábados y que a los 14 días se entregan las revistas para devolución.
Justo en ese momento de los noventa, editorial Perfil estaba publicando Comics de DC, al ir a diario al Kiosco, no pasó mucho hasta que mi abuela me empezara a comprar todos los títulos que publicaba Perfil, incluyendo a "Flush-Man", quien no era otro sino Flash, pero como había un semanario de espectáculos llamado "Flash" algún genio de Perfil decidió rebautizar al héroe para evitar problemas legales.
Años mas tarde, descubrí que la traducción mas cercana a "Flush-Man" es "Hombre Inodoro".
Pero no quiero desviarme del tema, del motivo de esta historia, de la revista.
Todas las revistas que recibía al mediodía, las leía después de almorzar, en el fondo de mi casa, en una casa del árbol montada en un gigantesco laurel. Por esas cosas del sinsentido, esta revista la leí sentado en la escalera que llevaba a la segunda planta de mi casa, y aunque sea un detalle menor, a la hora del recuerdo, le da un toque peculiar. 
Ya hace mucho tiempo que no piso esa escalera, pero hasta la ultima vez, aun pasaba por ahí y recordaba el olor de la revista.
La revista en cuestión, es "La Broma Asesina" (The Killing Joke, Alan Moore/Brian Bolland DC Comics, Marzo 1988) una obra maestra del género, abocada a la figura del Joker y su trastorno psicológico.
Yo tenía ocho años, la historia es brillante, pero dirigida al publico adulto, con imágenes muy violentas, un guión extraordinario y un final abierto.
Yo tenía ocho años, esa revista fue demasiado, esa historia me quedó grabada, junto con el fuerte olor al papel.
El hoy icónico arte de tapa, en ese momento era irresistible: El Joker (según la traducción de Andrés Accorsi, El Guasón) estaba dibujado de forma brillante, amenazante, apuntando al lector con una cámara de fotos, en un increíble primer plano, y desde la batea superior del puestito azul, sentí la mirada, me quedé helado y sentí ese picor en la sangre, ese que solo los virgos sentimos. Y si a todo esto le sumamos el hype que montó Perfil en la contratapa de la mayoría de sus publicaciones, no dudé ni un segundo en pedirle a mi abuela la revista.
Cuando me senté en la escalera y empecé a leer, no podía absorber la inmensidad de conceptos que me daba el guión, yo sólo quería que El Guasón se pelee con Batman, como en la serie animada que veía todos los días a las diecisiete horas, por Telefé.
No es mi intención develar el guión de la sumamente recomendable obra de Moore, pero si debo asumir que fue una carga demasiado grande para mi limitada capacidad.
Y fue genial, porque pasó algo inesperado, esa historia, comprendida a medias por la mente de un niño, fue el fin de la inocencia, fue entender que no todo es blanco o negro y que lo oscuro puede ser oscuro, fuerte, pesado y a la vez, interesante, desgarrador, triste y hermoso.
Después lloré con la muerte de Superman, lamenté la espalda rota de Batman y odié cada segundo de Jean-Paul Valley vistiendo la capucha del murciélago, pero ese día de 1995, sentado en una escalera, una parte de mi inocencia quedó ahí, pero también, una parte de mi mente se abrió y me hizo dar cuenta de todo lo inmenso que puede ser una historia bien contada y como puede marcar la vida de alguien.
Lo más hermoso de esto, es que si yo hoy vivo leyendo, todo fue por una jubilada y pensionada que nunca supo mucho de nada, pero que a mi, en gran medida, me ayudó a ser quien soy.
Gracias Mercedes, te amo, donde quiera que estés ahora.
Todas y cada una de las entradas del blog son producto de la debil condicion mental del/los miembros del staff, dependiendo de la medicacion ingerida en el dia, los miembros pueden ser uno o miles, si este texto perdio todo tipo de simpleza, imaginate ahora que vamos a dejar de usar los espacios para que el texto parezca dicho a los pedos como los locutores de la radio que en las publicidades hablan rapidito porque el segundo es caro, mira:todoslosnombresysituacionesmencionadasenatuviejalegusta.blogspot.com
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